Cultivar el pensamiento para vencer a la desinformación
Julián Denaro
...En esta nueva oleada conservadora - derechista, los poderes concentrados del mundo culpan de las desigualdades a los gobiernos populares a través de los medios. Al insistir con mentiras y tergiversaciones de la realidad, una significativa porción de las sociedades construye su conjunto de creencias con esas difamaciones inoculadas a través de estos.



..."Linda libertad de prensa. Ese monopolio de la injuria, de la información deformada, de la doctrina extranjerizante, del juicio malicioso que, bajo el denominador común de "libertad de prensa" le cerró el camino al auténtico pensamiento popular"... (Arturo jauretche)


Para los jóvenes que no tienen registro de la historia, lo que es una repetición a ellos les parece una novedad. En esta nueva oleada conservadora - derechista, los poderes concentrados del mundo culpan de las desigualdades a los gobiernos populares a través de los medios. Al insistir con mentiras y tergiversaciones de la realidad, una significativa porción de las sociedades construye su conjunto de creencias con esas difamaciones inoculadas a través de estos.
 
Arturo Jauretche (1901-1974) lo expresaba con nitidez: “Linda libertad de prensa. Ese monopolio de la injuria, de la información deformada, de la doctrina extranjerizante, del juicio malicioso que, bajo el denominador común de “libertad de prensa” le cerró el camino al auténtico pensamiento popular”. Es que, de manera incontrovertible, siempre ha sido como lo enunciara Rafael Correa, expresidente de Ecuador, al referirse a este asunto asegurando que “desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la voluntad del dueño de la imprenta”.
 
Otro gran pensador argentino, Scalabrini Ortiz (1898-1959), explica esta cuestión que tiene validez para todo tiempo y lugar. La aclaración pertinente es la de equiparar al diario con la televisión, portales virtuales y las redes sociales. Obsérvese que nada ha cambiado tanto. Los montajes televisivos son capaces de ser muy creíbles para las mentes poco críticas.
 
El texto de Scalabrini lo dijo así: “La prensa argentina es actualmente el arma más eficaz de dominación. Es un arma traidora como el estilete, que hiere sin dejar huella. Un libro permanece, está en su anaquel para que lo confrontemos y ratifiquemos o denunciemos sus afirmaciones. El diario pasa. Tiene una vida efímera. Pronto se conforma en mantel o en envoltorio, pero en el espíritu desprevenido del lector va dejando un sedimento cotidiano en que se asientan forzosamente las opiniones. Las creencias que el diario difunde son irrebatibles...”
 
La forma que los sectores concentrados tienen para aumentar su velocidad de enriquecimiento y engrosamiento de su poder económico y político es a través de mecanismos que erosionen la participación de los sectores populares en la riqueza total producida por las naciones. Para conseguirlo, saben muy bien que tienen que desinformar, desorganizar y desunir a las sociedades. Fomentar enfrentamientos, ensanchar grietas y en ese estado de confusión generalizado, aprovechar para atesorar porciones cada vez más grandes del producto total. En síntesis, las derechas destruyen y a través de los medios que manejan y culpabilizan a los gobiernos populares.
 
Las estigmatizaciones y la inoculación del rechazo a la política, permiten a los enunciadores de la derecha decir cosas inaceptables y totalmente repudiables. Para ejemplificarlo, se decidió hacer algunas citas vomitivas, pero reales. López Murphy, el mismo que quiso volver a arancelar la universidad pública cuando fue ministro de economía de De La Rúa en los últimos pasos de la Convertibilidad, dijo que “la mecánica de regalar planes sociales nos lleva a vivir en crisis”.
 
Ernesto Sanz, dirigente radical que pertenece a la Alianza de Juntos por el Cambio, enunció que “la Asignación Universal por Hijo (AUH) se va por la canaleta del juego y la droga”.

 
La instalación de la creencia de que los políticos son los que les roban a los pueblos, abre el espacio para que Milei diga que “el populismo le roba al que trabaja para repartir entre los vagos”, o que Espert sostenga que “hay que achicar el gasto público, cerrar las empresas deficitarias, echar a un millón de ñoquis – que en Argentina son los que cobran sin trabajar – y ponerles un límite a los planes sociales”.
 
Con el terreno propicio para decir cualquier cosa que vaya en contra de los intereses del pueblo, Macri anticipó que privatizará las jubilaciones y Aerolíneas Argentinas (AA) si vuelve al gobierno. La sumatoria de los enunciados aquí reproducidos, exalta las preocupaciones acerca de cómo se ha involucionado en ciertos aspectos. Para comprenderlo, recuérdese que el propio Macri, para tener posibilidades de llegar al ballotage en las elecciones presidenciales del 2015, repetía incesantemente lo siguiente: “Voy a conservarte todo lo bueno que te dio el kirchnerismo, no voy a sacarte nada de lo que tenés, sólo voy a cambiar las cosas que se hicieron mal”. Es decir, sus mentiras se contradecían con lo que decía que haría, pero el estado de confusión creado fue útil para conseguir votos.
 
Hoy en día, se puede oponer violentamente contra el gobierno nacional y popular, como si no hubiese sido su propio gobierno el que comenzó con la espiral inflacionaria, la destrucción de la industria y el empleo y el veloz endeudamiento. Frente a esto, la esperanza que se abre sólo será factible si quienes intentamos desde distintos espacios cultivar la cultura, la formación y el pensamiento crítico, redoblamos nuestros esfuerzos.
 
No debe olvidarse, para contestarle a los enunciados de Macri, cuáles fueron los resultados de las privatizaciones de los fondos previsionales y de nuestra aerolínea de bandera durante aquel gobierno vendepatria de Menem (1989-1999). Las jubilaciones se congelaron en los 100 dólares, los bancos cobraban comisiones del 13%, el endeudamiento externo se multiplicó por 3 y Aerolíneas Argentinas fue vaciada, desfinanciada y desmantelada, casi al borde de su destrucción irreversible.
 
La recuperación de los Fondos Previsionales durante el período kirchnerista (2003-2015) logró la financiación de las Moratorias Jubilatorias que incluyeron a más de 4 millones de jubilados, elevar la jubilación mínima a 500 dólares y constituir un Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de más de 50.000 millones de dólares. Sí, ahorro de los jubilados para los jubilados.
 
Por otro lado, la reestatización de AA cortó con el retiro permanente de utilidades de la española Iberia a través de Marsans, redujo notoriamente la pérdida por pasajes pagados a compañías aéreas extranjeras, aumentó significativamente el ingreso de divisas tanto por vuelos internacionales como por vuelos locales, y además consiguió fortalecer la interconectividad dentro de las diferentes regiones de nuestro país.
 
Pero claro, a través de los medios, los titulares de los diarios, los montajes televisivos y sus reproducciones a través de las redes sociales, los poderes fácticos han esparcido peligrosamente esa idea de que los gobiernos populares no sirven y que hay que terminarlos. A tal punto que Macri, con la bandera del diálogo, sostuvo desvergonzadamente que no tiene nada que hablar con Cristina. Es nuestro momento de construir sin tregua, abrir canales de formación continua, difundir información, convocar al pensamiento crítico y cultivar el amor por nuestro país y nuestra cultura

..."Linda libertad de prensa. Ese monopolio de la injuria, de la información deformada, de la doctrina extranjerizante, del juicio malicioso que, bajo el denominador común de "libertad de prensa" le cerró el camino al auténtico pensamiento popular"... (Arturo jauretche)


Para los jóvenes que no tienen registro de la historia, lo que es una repetición a ellos les parece una novedad. En esta nueva oleada conservadora - derechista, los poderes concentrados del mundo culpan de las desigualdades a los gobiernos populares a través de los medios. Al insistir con mentiras y tergiversaciones de la realidad, una significativa porción de las sociedades construye su conjunto de creencias con esas difamaciones inoculadas a través de estos.
 
Arturo Jauretche (1901-1974) lo expresaba con nitidez: “Linda libertad de prensa. Ese monopolio de la injuria, de la información deformada, de la doctrina extranjerizante, del juicio malicioso que, bajo el denominador común de “libertad de prensa” le cerró el camino al auténtico pensamiento popular”. Es que, de manera incontrovertible, siempre ha sido como lo enunciara Rafael Correa, expresidente de Ecuador, al referirse a este asunto asegurando que “desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la voluntad del dueño de la imprenta”.
 
Otro gran pensador argentino, Scalabrini Ortiz (1898-1959), explica esta cuestión que tiene validez para todo tiempo y lugar. La aclaración pertinente es la de equiparar al diario con la televisión, portales virtuales y las redes sociales. Obsérvese que nada ha cambiado tanto. Los montajes televisivos son capaces de ser muy creíbles para las mentes poco críticas.
 
El texto de Scalabrini lo dijo así: “La prensa argentina es actualmente el arma más eficaz de dominación. Es un arma traidora como el estilete, que hiere sin dejar huella. Un libro permanece, está en su anaquel para que lo confrontemos y ratifiquemos o denunciemos sus afirmaciones. El diario pasa. Tiene una vida efímera. Pronto se conforma en mantel o en envoltorio, pero en el espíritu desprevenido del lector va dejando un sedimento cotidiano en que se asientan forzosamente las opiniones. Las creencias que el diario difunde son irrebatibles...”
 
La forma que los sectores concentrados tienen para aumentar su velocidad de enriquecimiento y engrosamiento de su poder económico y político es a través de mecanismos que erosionen la participación de los sectores populares en la riqueza total producida por las naciones. Para conseguirlo, saben muy bien que tienen que desinformar, desorganizar y desunir a las sociedades. Fomentar enfrentamientos, ensanchar grietas y en ese estado de confusión generalizado, aprovechar para atesorar porciones cada vez más grandes del producto total. En síntesis, las derechas destruyen y a través de los medios que manejan y culpabilizan a los gobiernos populares.
 
Las estigmatizaciones y la inoculación del rechazo a la política, permiten a los enunciadores de la derecha decir cosas inaceptables y totalmente repudiables. Para ejemplificarlo, se decidió hacer algunas citas vomitivas, pero reales. López Murphy, el mismo que quiso volver a arancelar la universidad pública cuando fue ministro de economía de De La Rúa en los últimos pasos de la Convertibilidad, dijo que “la mecánica de regalar planes sociales nos lleva a vivir en crisis”.
 
Ernesto Sanz, dirigente radical que pertenece a la Alianza de Juntos por el Cambio, enunció que “la Asignación Universal por Hijo (AUH) se va por la canaleta del juego y la droga”.

 
La instalación de la creencia de que los políticos son los que les roban a los pueblos, abre el espacio para que Milei diga que “el populismo le roba al que trabaja para repartir entre los vagos”, o que Espert sostenga que “hay que achicar el gasto público, cerrar las empresas deficitarias, echar a un millón de ñoquis – que en Argentina son los que cobran sin trabajar – y ponerles un límite a los planes sociales”.
 
Con el terreno propicio para decir cualquier cosa que vaya en contra de los intereses del pueblo, Macri anticipó que privatizará las jubilaciones y Aerolíneas Argentinas (AA) si vuelve al gobierno. La sumatoria de los enunciados aquí reproducidos, exalta las preocupaciones acerca de cómo se ha involucionado en ciertos aspectos. Para comprenderlo, recuérdese que el propio Macri, para tener posibilidades de llegar al ballotage en las elecciones presidenciales del 2015, repetía incesantemente lo siguiente: “Voy a conservarte todo lo bueno que te dio el kirchnerismo, no voy a sacarte nada de lo que tenés, sólo voy a cambiar las cosas que se hicieron mal”. Es decir, sus mentiras se contradecían con lo que decía que haría, pero el estado de confusión creado fue útil para conseguir votos.
 
Hoy en día, se puede oponer violentamente contra el gobierno nacional y popular, como si no hubiese sido su propio gobierno el que comenzó con la espiral inflacionaria, la destrucción de la industria y el empleo y el veloz endeudamiento. Frente a esto, la esperanza que se abre sólo será factible si quienes intentamos desde distintos espacios cultivar la cultura, la formación y el pensamiento crítico, redoblamos nuestros esfuerzos.
 
No debe olvidarse, para contestarle a los enunciados de Macri, cuáles fueron los resultados de las privatizaciones de los fondos previsionales y de nuestra aerolínea de bandera durante aquel gobierno vendepatria de Menem (1989-1999). Las jubilaciones se congelaron en los 100 dólares, los bancos cobraban comisiones del 13%, el endeudamiento externo se multiplicó por 3 y Aerolíneas Argentinas fue vaciada, desfinanciada y desmantelada, casi al borde de su destrucción irreversible.
 
La recuperación de los Fondos Previsionales durante el período kirchnerista (2003-2015) logró la financiación de las Moratorias Jubilatorias que incluyeron a más de 4 millones de jubilados, elevar la jubilación mínima a 500 dólares y constituir un Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de más de 50.000 millones de dólares. Sí, ahorro de los jubilados para los jubilados.
 
Por otro lado, la reestatización de AA cortó con el retiro permanente de utilidades de la española Iberia a través de Marsans, redujo notoriamente la pérdida por pasajes pagados a compañías aéreas extranjeras, aumentó significativamente el ingreso de divisas tanto por vuelos internacionales como por vuelos locales, y además consiguió fortalecer la interconectividad dentro de las diferentes regiones de nuestro país.
 
Pero claro, a través de los medios, los titulares de los diarios, los montajes televisivos y sus reproducciones a través de las redes sociales, los poderes fácticos han esparcido peligrosamente esa idea de que los gobiernos populares no sirven y que hay que terminarlos. A tal punto que Macri, con la bandera del diálogo, sostuvo desvergonzadamente que no tiene nada que hablar con Cristina. Es nuestro momento de construir sin tregua, abrir canales de formación continua, difundir información, convocar al pensamiento crítico y cultivar el amor por nuestro país y nuestra cultura

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