De acuerdo con datos del Banco Mundial y los servicios estadísticos de Rusia, por primera vez en ocho años, esta nación produjo en 2022 bienes y servicios por valor de 2,3 billones de dólares, lo que la situó en el octavo lugar del mundo, por encima de Canadá, 2,14 billones, e Italia en la décima posición con 2,01 billones de dólares. La tabla la enc abe z a Es t ados Unidos , seguidas por China, Japón, Alemania, India, Gran Bretaña y Francia.
La última vez que Rusia estuvo entre las 10 principales economías por su Producto Interno Bruto (PIB), fue en 2014 cuando ocupó el noveno lugar con 2,05 billones de dólares En 2021, había bajado al decimoprimero de la lista.
El gigante euroasiático ha logrado esa notable estabilidad, pese a todas las extorsiones económicas, políticas y financieras que Estados Unidos y la Unión Europea le han impuesto desde mucho antes de que Rusia decretara el 24 de febrero de 2022 la Operación Militar Especial con el fin de desmilitarizar y desnazificar a Ucrania.
La prepotencia del gobierno estadounidense de Joe Biden y sus aliados occidentales no han comprendido aún que en un mundo globalizado es muy difícil aislar a una potencia como Rusia que cuenta con abundantes recursos naturales, científicos y amplias relaciones internacionales.
Es decir, mientras Occidente le ha tratado de cerrar las puertas con numerosas “sanciones”, el gigante euroasiático las ha abierto con China, Asia, África, Medio Oriente y América Latina.
El fortalecimiento de los intercambios y la cooperación entre Moscú y Beijing ha sido, indudablemente, uno de los puntos principales para la estabilidad económica de Rusia y el que más ha preocupado a los halcones de Washington los que han hecho hasta lo imposible por intentar destruir económicamente a ese país.
El comercio entre las dos naciones llegó a la cifra de 190.271 millones de dólares en 2022, según los datos de la Administración General de Aduanas china y se espera que este año alcance los 200.000 millones de dólares, o mejor dicho, en yuanes y rublos.
Una importante región en la cual ha penetrado con fuerza Rusia ha sido en la zona del Golfo en la que llevó en los últimos tres trimestres de 2022 importantes inversiones sobre todo en los Emiratos Árabes Unidos.
En ese período, Abu Dhabi recibió 16 veces más capital ruso que en 2021 y el volumen de negocios comerciales alcanzó 9.000 millones de dolares. Otros países del área como Omán, Bahrein, Arabia Saudita y Qatar también han incrementado las relaciones comerciales con Rusia.
Con Irán los intercambios comerciales, financieros y petroleros se han intensificado y asciende a cerca de 5 000 millones de dólares con amplias posibilidades de continuar incrementándose en varios sectores.
De suma relevancia estratégica geopolítica resulta el comercio con Turkiye cuyo intercambio se acercó a los 70.000 millones de dólares y para este 2023 se espera que se sitúe en los 100.000 millones de dólares. Gran parte de esa cantidad realizada con sus monedas nacionales.
Con África el gigante euroasiático tiene estrechas relaciones comerciales, financieras y políticas desde mucho antes del desmoronamiento de la ex Unión Soviética y según informó recientemente la agencia de noticias TASS, los intercambios se elevan a 25.000 millones de dólares en más de 40 países.
En cuanto a Latinoamérica, durante una visita realizada en abril pasado por el ministro de relaciones Exteriores Serguei Lavrov a Brasil, Venezuela, Nicaragua y Cuba, se informó que las exportaciones rusas a la región se incrementaron en 3,8 % mientras los suministros de trigo crecieron un 48,8 % y 27 países de la región han suscrito acuerdos de regímenes sin visados con esa nación.
Que Rusia ahora ocupe el octavo lugar en el mundo en relación con el PIB, resulta un logro sumamente relevante para un país que además enfrenta una guerra híbrida por parte de Occidente.
La última vez que Rusia estuvo entre las 10 principales economías por su Producto Interno Bruto (PIB), fue en 2014 cuando ocupó el noveno lugar con 2,05 billones de dólares En 2021, había bajado al decimoprimero de la lista. El gigante euroasiático ha logrado esa notable estabilidad, pese a todas las extorsiones económicas, políticas y financieras que Estados Unidos y la Unión Europea le han impuesto desde mucho antes de que Rusia decretara el 24 de febrero de 2022 la Operación Militar Especial con el fin de desmilitarizar y desnazificar a Ucrania. La prepotencia del gobierno estadounidense de Joe Biden y sus aliados occidentales no han comprendido aún que en un mundo globalizado es muy difícil aislar a una potencia como Rusia que cuenta con abundantes recursos naturales, científicos y amplias relaciones internacionales. Es decir, mientras Occidente le ha tratado de cerrar las puertas con numerosas “sanciones”, el gigante euroasiático las ha abierto con China, Asia, África, Medio Oriente y América Latina. El fortalecimiento de los intercambios y la cooperación entre Moscú y Beijing ha sido, indudablemente, uno de los puntos principales para la estabilidad económica de Rusia y el que más ha preocupado a los halcones de Washington los que han hecho hasta lo imposible por intentar destruir económicamente a ese país. El comercio entre las dos naciones llegó a la cifra de 190.271 millones de dólares en 2022, según los datos de la Administración General de Aduanas china y se espera que este año alcance los 200.000 millones de dólares, o mejor dicho, en yuanes y rublos. Una importante región en la cual ha penetrado con fuerza Rusia ha sido en la zona del Golfo en la que llevó en los últimos tres trimestres de 2022 importantes inversiones sobre todo en los Emiratos Árabes Unidos. En ese período, Abu Dhabi recibió 16 veces más capital ruso que en 2021 y el volumen de negocios comerciales alcanzó 9.000 millones de dolares. Otros países del área como Omán, Bahrein, Arabia Saudita y Qatar también han incrementado las relaciones comerciales con Rusia. Con Irán los intercambios comerciales, financieros y petroleros se han intensificado y asciende a cerca de 5 000 millones de dólares con amplias posibilidades de continuar incrementándose en varios sectores. De suma relevancia estratégica geopolítica resulta el comercio con Turkiye cuyo intercambio se acercó a los 70.000 millones de dólares y para este 2023 se espera que se sitúe en los 100.000 millones de dólares. Gran parte de esa cantidad realizada con sus monedas nacionales. Con África el gigante euroasiático tiene estrechas relaciones comerciales, financieras y políticas desde mucho antes del desmoronamiento de la ex Unión Soviética y según informó recientemente la agencia de noticias TASS, los intercambios se elevan a 25.000 millones de dólares en más de 40 países. En cuanto a Latinoamérica, durante una visita realizada en abril pasado por el ministro de relaciones Exteriores Serguei Lavrov a Brasil, Venezuela, Nicaragua y Cuba, se informó que las exportaciones rusas a la región se incrementaron en 3,8 % mientras los suministros de trigo crecieron un 48,8 % y 27 países de la región han suscrito acuerdos de regímenes sin visados con esa nación. Que Rusia ahora ocupe el octavo lugar en el mundo en relación con el PIB, resulta un logro sumamente relevante para un país que además enfrenta una guerra híbrida por parte de Occidente. |
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