Un estudio de los procesos de ocupación territorial en la norpatagonia argentina
Julia Martínez
Entrevista con Luis Grisolía sobre su nuevo libro.



Luis Grisolía egresó como arquitecto en la universidad Nacional de La Plata y años después cursó la Especialidad de Ordenamiento territorial, regional y urbano en la Universidad de Cuba.

Actuó como profesor invitado en la Escuela de Arquitectura de Valparaíso, Chile; en la facultad de Arquitectura de Montevideo, Uruguay y en el asentamiento Cipolletti de la Universidad de Flores.

Entre otros cargos de la administración publica de Neuquén, fue Director provincial de Arquitectura y subsecretario del organismo de planificación provincial COPADE.

A fines del siglo pasado realizó cuatro asistencias técnicas para FOAR-Naciones Unidas, en organismos de planificación de Cuba y El Salvador.

Entre otras actividades contratadas por el CFI, participó como especialista en un equipo interdisciplinario para el reordenamiento estratégico territorial, normativo y de gestión de acciones para el desarrollo de la provincia de Chubut.

En la actualidad, residiendo en Neuquén, trabaja en la misma dirección como consultor privado.

Nos encontramos con Luis Grisolía para charlar sobre su nuevo libro “Norpatagonia territorial. Historias del ordenamiento y la dinámica poblacional”.

 

— ¿Por qué usted ha editado sus dos últimos trabajos con Acercándonos?

—Además de sentirme respaldado técnica y políticamente por los equipos de esta editorial, siento que Acercándonos llega a numerosos sectores de América con el mayor compromiso socio cultural.

Mi primer libro “Alienación Urbana y Neoliberalismo” se propuso plantear en la escala continental y también regional, la cuestión del ordenamiento territorial, sus riesgos, efectos y posibilidades.

 

— ¿Que lo ha llevado a hacer esta investigación sobre la Norpatagonia con distintos abordajes?

— Ahora estoy proponiendo estudiar los procesos de ocupación territorial local, en especial los efectos de las modalidades productivas a través del tiempo en nuestro espacio geográfico.

Estamos hoy viviendo una altísima concentración urbana, que está generando el violento vaciamiento del interior rural con grave declinación de las economías regionales y sus poblaciones.

Creo que es indispensable trabajar en esta región donde los gravísimos operativos de fragmentación social están configurando y seguramente configuraran más aun, desequilibradamente los territorios, balcanizando las poblaciones, con una alarmante desatención por parte de los responsables gubernamentales.

Tanto en la escala continental como nacional, estos problemas se vuelven más agudos en el sur de América y más especialmente en nuestra Norpatagonia que en su carácter de corredor bioceánico, ha funcionado y todavía actúa como bisagra entre la inmensa Patagonia sur casi vacía y desmantelada y la Argentina centro norte, mucho más poblada, desarrollada burocrática y tercerizada.

Quizá el aspecto más grave de todo este complicado escenario, sea la difundida e ignorada alienación urbana y la naturalización de los efectos de un ordenamiento territorial equivocado y problemático.

 

— ¿Nos puede adelantar algunas soluciones para los problemas de la región?

— Son demasiado graves e intensos como para recomendar una salida inmediata, quizá el primer paso sea el que estamos dando, creando conciencia sobre las consecuencias de los desequilibrios territoriales y la fragmentación poblacional, instalando la temática en el plano cotidiano para su conocimiento, discusión y eventual tratamiento propositivo.

Es indispensable generar el compromiso de los sectores que hoy miran para otro lado, como las áreas gubernamentales (tanto provinciales como nacionales) incluyendo los aparatos académicos y el tercer sector de la sociedad como los gremios, asociaciones profesionales y otros que gravitan intensamente en la construcción social.




—¿Qué espera con esta publicación sobre urbanismo e historia de conformación de comunidades y delimitación de territorios?

—Mi especialidad en ordenamiento territorial, regional y urbano me direcciona siguiendo una secuencia. Primero instalar en el conocimiento colectivo los problemas y logros en la escala territorial, vale decir teniendo en cuenta como se han desarrollado las actividades productivas y poblacionales en Uruguay, Chile y Argentina. Luego meternos en las problemáticas de la franja Norpatagónica, reconociendo su carácter de corredor binacional y bioceánico. Y finalmente estudiar los pro y contras de las concentraciones urbanas regionales y sus efectos sobre las zonas rurales y suburbanas vecinas.

La expectativa es instalar conocimiento para construir una base social ampliada con incorporación de las futuras generaciones, capaz de asumir, estudiar y resolver los numerosos problemas socioeconómicos que afectan y afectarán nuestra socio-geografía.

Todo el mundo sabe que la estructuración de los sistemas de asentamientos humanos expresa geográficamente el modo en que se desarrollan las relaciones de producción e intercambio de nuestras formaciones sociales.

Son temas archidifundidos el asunto del éxodo campociudad, la concentración de población en los principales nodos habitacionales y hasta las situaciones críticas que plantea la problemática urbana de estos días.

Lo que casi no se conoce e ignora (y hasta pensaría que algunos ocultamos y naturalizamos premeditadamente) son las consecuencias de este vertiginoso proceso de amontonamiento de personas en las ciudades vaciando el poblamiento regional.

No cabe duda que tanto las autoridades gubernamentales como nosotros mismos, miramos para otro lado instalando la problemática urbana como principal referencia a la ocupación cotidiana de nuestros espacios y hasta condenando a la palabra “territorio” a lo de afuera, lo externo, lo de los otros.

Si trabajamos correctamente, el ordenamiento territorial puede llegar a ser una buena herramienta política al servicio de la construcción de sentido.


Luis Grisolía egresó como arquitecto en la universidad Nacional de La Plata y años después cursó la Especialidad de Ordenamiento territorial, regional y urbano en la Universidad de Cuba.

Actuó como profesor invitado en la Escuela de Arquitectura de Valparaíso, Chile; en la facultad de Arquitectura de Montevideo, Uruguay y en el asentamiento Cipolletti de la Universidad de Flores.

Entre otros cargos de la administración publica de Neuquén, fue Director provincial de Arquitectura y subsecretario del organismo de planificación provincial COPADE.

A fines del siglo pasado realizó cuatro asistencias técnicas para FOAR-Naciones Unidas, en organismos de planificación de Cuba y El Salvador.

Entre otras actividades contratadas por el CFI, participó como especialista en un equipo interdisciplinario para el reordenamiento estratégico territorial, normativo y de gestión de acciones para el desarrollo de la provincia de Chubut.

En la actualidad, residiendo en Neuquén, trabaja en la misma dirección como consultor privado.

Nos encontramos con Luis Grisolía para charlar sobre su nuevo libro “Norpatagonia territorial. Historias del ordenamiento y la dinámica poblacional”.

 

— ¿Por qué usted ha editado sus dos últimos trabajos con Acercándonos?

—Además de sentirme respaldado técnica y políticamente por los equipos de esta editorial, siento que Acercándonos llega a numerosos sectores de América con el mayor compromiso socio cultural.

Mi primer libro “Alienación Urbana y Neoliberalismo” se propuso plantear en la escala continental y también regional, la cuestión del ordenamiento territorial, sus riesgos, efectos y posibilidades.

 

— ¿Que lo ha llevado a hacer esta investigación sobre la Norpatagonia con distintos abordajes?

— Ahora estoy proponiendo estudiar los procesos de ocupación territorial local, en especial los efectos de las modalidades productivas a través del tiempo en nuestro espacio geográfico.

Estamos hoy viviendo una altísima concentración urbana, que está generando el violento vaciamiento del interior rural con grave declinación de las economías regionales y sus poblaciones.

Creo que es indispensable trabajar en esta región donde los gravísimos operativos de fragmentación social están configurando y seguramente configuraran más aun, desequilibradamente los territorios, balcanizando las poblaciones, con una alarmante desatención por parte de los responsables gubernamentales.

Tanto en la escala continental como nacional, estos problemas se vuelven más agudos en el sur de América y más especialmente en nuestra Norpatagonia que en su carácter de corredor bioceánico, ha funcionado y todavía actúa como bisagra entre la inmensa Patagonia sur casi vacía y desmantelada y la Argentina centro norte, mucho más poblada, desarrollada burocrática y tercerizada.

Quizá el aspecto más grave de todo este complicado escenario, sea la difundida e ignorada alienación urbana y la naturalización de los efectos de un ordenamiento territorial equivocado y problemático.

 

— ¿Nos puede adelantar algunas soluciones para los problemas de la región?

— Son demasiado graves e intensos como para recomendar una salida inmediata, quizá el primer paso sea el que estamos dando, creando conciencia sobre las consecuencias de los desequilibrios territoriales y la fragmentación poblacional, instalando la temática en el plano cotidiano para su conocimiento, discusión y eventual tratamiento propositivo.

Es indispensable generar el compromiso de los sectores que hoy miran para otro lado, como las áreas gubernamentales (tanto provinciales como nacionales) incluyendo los aparatos académicos y el tercer sector de la sociedad como los gremios, asociaciones profesionales y otros que gravitan intensamente en la construcción social.




—¿Qué espera con esta publicación sobre urbanismo e historia de conformación de comunidades y delimitación de territorios?

—Mi especialidad en ordenamiento territorial, regional y urbano me direcciona siguiendo una secuencia. Primero instalar en el conocimiento colectivo los problemas y logros en la escala territorial, vale decir teniendo en cuenta como se han desarrollado las actividades productivas y poblacionales en Uruguay, Chile y Argentina. Luego meternos en las problemáticas de la franja Norpatagónica, reconociendo su carácter de corredor binacional y bioceánico. Y finalmente estudiar los pro y contras de las concentraciones urbanas regionales y sus efectos sobre las zonas rurales y suburbanas vecinas.

La expectativa es instalar conocimiento para construir una base social ampliada con incorporación de las futuras generaciones, capaz de asumir, estudiar y resolver los numerosos problemas socioeconómicos que afectan y afectarán nuestra socio-geografía.

Todo el mundo sabe que la estructuración de los sistemas de asentamientos humanos expresa geográficamente el modo en que se desarrollan las relaciones de producción e intercambio de nuestras formaciones sociales.

Son temas archidifundidos el asunto del éxodo campociudad, la concentración de población en los principales nodos habitacionales y hasta las situaciones críticas que plantea la problemática urbana de estos días.

Lo que casi no se conoce e ignora (y hasta pensaría que algunos ocultamos y naturalizamos premeditadamente) son las consecuencias de este vertiginoso proceso de amontonamiento de personas en las ciudades vaciando el poblamiento regional.

No cabe duda que tanto las autoridades gubernamentales como nosotros mismos, miramos para otro lado instalando la problemática urbana como principal referencia a la ocupación cotidiana de nuestros espacios y hasta condenando a la palabra “territorio” a lo de afuera, lo externo, lo de los otros.

Si trabajamos correctamente, el ordenamiento territorial puede llegar a ser una buena herramienta política al servicio de la construcción de sentido.


 Últimos Libros editados

El Demonio del Mediodía
Libros de literatura
ISBN:
$35000.00.-

La solidaridad como praxis de una ética revolucionaria
Novedades
ISBN:
$20000.00.-

El dependiente, en tierras de La Forestal
Novedades
ISBN:
$22000.00.-

Madrid - Buenos Aires - París
Novedades
ISBN:
$18000.00.-

Un gigante en movimiento
Novedades
ISBN:
$15000.00.-

Historia de la Espeleología Argentina
Novedades
ISBN:
$35000.00.-




Acercándonos Movimiento Cultural
Rondeau 1651, CABA / Avellaneda de Argañaraz 1245, Avellaneda
  11 6011-0453
Acercándonos Movimiento Cultural
Rondeau 1651, CABA / Avellaneda de Argañaraz 1245, Avellaneda
  11 6011-0453