Fresca estaba aquella tarde en el Parque San Martín en la ciudad de Mendoza, un febrero lleno de lluvias en una provincia que poco está acostumbrada a tanta agua y humedad. Veía que llegaban las nubes y traían la interrupción de mi lectura, ya estaba terminando el libro, no podía dejar de leer “Krumnagel” de Peter Ustinov, eran pocas páginas las que faltaban y el ex-jefe de policía norteamericano, herido en su honor, iba a acabar con todos los que lo habían desplazado. De ese ciudadano ilustre que era a la escoria señalada por doquier en un presente negro “pero ya estoy pronto a acabar la faena”.

Miré el termo casi lleno, el mate tenía dos o tres cebadas nomás, al fin me quedé y tuve la suerte de haber estado a tiro de lo que la naturaleza nos entregaba, y el final “no lo voy a spoilear”, como dicen los muchachos, pero llegó.

Traigo a colación la novela del escritor inglés porque trata un tema del que mucho se ha hablado en estos tiempos, la enfermedad de odio y violencia de la sociedad norteamericana, un modelo de país basado en el interés individual construido a pesar de todo, un sistema del descarte hacia afuera y adentro. Con las grandes fortunas y los millones de desplazados conviviendo en un mismo país, con un aparato del odio y la desconfianza entre los seres humanos exportado en sus redes sociales, en su industria audiovisual, en su violencia militar cuando lo otro no surte efecto.

El comisario Krumnagel al cumplirse sus 25 años de servicio es convidado por el Condado a un hermoso viaje a Gran Bretaña junto a su mujer. Ya en la isla, yendo a visitar un pueblo con dirección a Irlanda tiene un accidente y va a un bar para hacer tiempo hasta que la grúa llegue. Allí conoce a varios habitúes del lugar, donde discute con un comunista galés sobre las amplias virtudes de los Estados Unidos por sobre la Unión Soviética. El galés, un viejo sindicalista portuario lleva consigo un gran bagaje cultural mientras que el comisario es escuchado entre risas de los comensales y se da cuenta que está en desventaja, entre cervezas y cervezas y discusión más acalorada el yanqui mal interpreta la acción del anciano de buscar un pañuelo con la idea de sacar un revólver, le gana de mano y le agujerea el pecho con jun tiro letal de su nueve milímetros que llevaba en la sobaquera. Allí comienza el juicio de Krumnagel en Inglaterra y la trama real de la novela, escrita en 1971 por el escritor, actor y director inglés.

Cómo entender la sociedad norteamericana real, no la de los medios masivos de comunicación y las series de Netflix y Disney, cómo poder vivir en un sistema donde las armas son la principal causa de muerte de los niños: en 2020 mientras que 4036 murieron por accidente de tránsito, 4368 perdieron la vida a causa de balas de plomo. Más de 40.000 personas murieron por armas de fuego en ese año y todo sigue su mismo curso.

En 2018, “se han registrado 25 casos de tiroteos en escuelas en el país, un total de 25.332 estudiantes estuvieron expuestos a este tipo de masacres, 94 alumnos recibieron disparos, entre ellos 33 muertos y 61 heridos”. Estas cifras representan un registro récord de este tipo de incidentes en dos décadas, aunque este año se perfila como uno de los más sangrientos en esa materia. Un país que se muestra como modelo de ética, que intenta ser el juez del mundo en relación a derechos humanos y el garante de la democracia[1] global es quizá el menos democrático y se encuentra en la cúspide de la violencia social. Buscando en la red “ataques entre ciudadanos con armas de fuego en EE.UU.” se pueden encontrar, disputas entre vecinos con pistolas o revólveres o enfermos mentales entrando a escuelas con fusiles de asalto que horas antes compraron en un supermercado.

Por eso aconsejo “piénselo bien antes de sacar su pasaje a Miami[2] para este año o el próximo”, no crea todo lo que ve en la televisión o en redes ni intentemos de exportar esos modelos putrefactos a nuestra sociedad.

Es el desafío que tenemos como ciudadanos, como padres, abuelos, seres humanos... militar fervientemente para que no nos sigan invadiendo con la propagación de un sistema del desamor, de la codicia y del interés mezquino desde su aparato de producción y distribución de sentido.

Un mundo mejor es posible, activemoslo día a día con nuestras prácticas. Esta revista intenta avanzar en esa dirección.

En sus páginas encontrarás la nota de Andrea López “Trabajadoras y trabajadores del sector público”, Julia Martínez “Alimentos producidos desde la economía social”, Mónica Carinchi “El gobierno deberá gestionar la escasez de gas”, Julián Denaro “Distribución o Concentración”, el informe de lo desarrollado por la editorial en “Volvimos a encontrarnos!”, Sergio Rodríguez Gelfenstein “Venezuela y América Latina en el contexto del conflicto global actual”, Jesús Arboleya “Estados Unidos frente al espejo de su historia”, Vanesa Szczurowski “Puesteros en peligro”, Ayelén Cáceres “Biblioteca Popular de Urdinarrain” y de Hedelberto López Blanch “El triste papel de la Unión Europea”.

 

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[1]“Estados Unidos en la encrucijada”, autor Fernando M. García Bielsa. ISBN:978-987-4400-68-0. 1º edición. Acercándonos Ediciones.

[2]“Miami, dinero sucio”, autor Hedelberto López Blanch. ISBN: 978-987-8925-11-0. 1º edición. Acercándonos Ediciones