Por qué personas que comparten los mismos valores e ideales están enfrentadas a muerte, situadas en veredas opuestas y antagónicas, si en realidad comparten modos de pensar y sentir?
Si convocamos al diálogo a cualquier persona que defiende intereses contrarios a los nuestros, invitándola a dialogar acerca de valores, ideales y pensamientos genuinos, nos enfrentamos con un conflicto interno en alguno de los dos cursos de pensamiento. La gran mayoría de las veces, en realidad se podría apostar que casi la totalidad de las mismas, se producirá una coincidencia en la valoración y calificación de una parte esencial de los contenidos políticos, económicos, financieros y culturales.
Pues se verificará una coincidencia en que ambos defendemos el trabajo, la industria y la apuesta al desarrollo. También compartimos que existan mecanismos que garanticen salarios y jubilaciones dignas y justas. Además sentimos repulsión por la corrupción y por todos los mecanismos que sean utilizados para que ciertos sectores se queden con lo que no es propio, porque ambos sintonizamos con la idea de que los derechos de uno terminan donde empiezan los del otro. Como resultado, la conclusión es que es absurdo que nuestras posturas estén enfrentadas de manera inconciliable.
Así que, viendo que ambos tenemos los mismos valores e ideales, y que el modo de razonar es coherente, queda por detectar dónde se origina el conflicto. En apariencia el problema habría de estar en el punto de partida, es decir, en el conjunto de creencias del cual parten los razonamientos. En otras palabras, cómo cada uno cree que han ocurrido las cosas en la realidad. Veamos un caso práctico de actualidad: el caso Vicentín.
Cómo aplicar los valores compartidos al análisis del caso, despojándonos de una carga sentimental previa? Deberíamos utilizar información pública comprobada y abordar el caso con la lógica analítica.
Planteado el espacio de diálogo e intercambio constructivo, se pueden describir acciones de robo y estafa comprobadas. Primero, estos grandes intermediarios ofician en un extremo de la cadena como acopiadores de la producción de pequeños productores, a los que les aseguran la venta pero pagándoles por debajo de lo que corresponde, y en el otro extremo de la cadena inflan los precios que pagamos todos. Esta sola descripción evidencia que se quedan con un porcentaje que no les pertenece. Destaquemos el valor de los productores, que trabajan la tierra, y efectúan todo el proceso de siembra, cuidado y cosecha. Esto lleva tiempo, energía y dedicación, además de una inversión importante. Le dan los granos a Vicentín, que con grandes máquinas y a toda velocidad, los muele y procesa, quedando listos para la comercialización. Y los intermediarios se quieren quedar con toda la plata?
Pero no termina ahí, porque estamos hablando de una facturación de más de 5.000 Millones de Dólares de Exportación al año, que propicia una estafa mayúscula, subfacturando exportaciones y triangulando con sus propias empresas en el exterior, lo que les permite pagar menos impuestos al Estado Argentino. Véase el siguiente ejemplo: Si Vicentín Argentina le exporta la producción Argentina a Vicentín Uruguay por 100, y luego Vicentín Uruguay le exporta al mundo por 200, está apropiándose de dinero de otros de varias formas. Primero, porque la plata no es toda propia, sino que pertenece al conjunto total de la cadena que produjo los bienes exportados, es decir, a cada uno de los eslabones de producción, distribución y comercialización. Segundo, desfinanciar a nuestro Estado pagando menos impuestos, como consecuencia de declarar menos. Y tercero, a partir de manejar los dólares que necesita el país, tener el poder para presionar a los gobiernos para que devalúen o bajen impuestos como condición para entregar los dólares, que son nuestros, no de ellos.
Y por si fuera poco, le debe cerca de 300 millones de dólares al Banco Nación, que se fondea con plata de los argentinos. Adicionalmente, dejó deudas con 1.800 productores que quedaron colgados, 5.000 trabajadores de la empresa, y Bancos del Exterior.
En estas condiciones, si Vicentín fuera comprada por alguna multinacional, todas estas empresas intermediarias seguirían con esta operatoria, y festejarían por la deuda impaga de más de 1.400 millones de dólares, que seguramente se asentarían en alguna guarida fiscal.
Pero si el pueblo argentino a través del Estado, consigue construir una empresa pública de alimentos, establecería precios de referencia para reducir al mínimo los abusos de los sectores dominantes, transparentaría el manejo opaco que vienen haciendo los dueños de esos mercados, y aseguraría tanto el ingreso de las divisas provenientes de la exportación, como la adecuada declaración y facturación, que conlleva el correspondiente pago de impuestos, eliminando el fraude y la estafa.
Cuál es el argumento escondido entonces, que conduce a que personas con los mismos valores que nosotros, defiendan esto? Porque si se defiende la propiedad privada, no es coherente defender a quien estafó a varios privados.
Entonces, se presume que es el conjunto de creencias del cual se parte, y se comprueba cuando las justificaciones son que el peronismo quiere quedarse con lo privado. Este sintagma es difundido por los medios de comunicación manejados por los sectores concentrados, que son usualmente repetidos, replicados, sin ligazón de pensamiento. Así, se construye un punto de partida para razonar que tiene un sustento emocional, del estilo "odio a los ladrones, odio a los que vienen a robar al sector privado, porque además yo soy sector privado, no quiero que me roben a mí, el peronismo son ladrones, odio al peronismo".
Fortuitamente, casi en superposición temporal, asesinaron a un ex secretario de Cristina Fernández, y los medios hegemónicos, aprovechando el sentido de la oportunidad, inventaron que la ex presidenta y actual vicepresidenta lo mandó a matar, cuando el hecho tuvo que ver, y está demostrado con suficiencia, con cuestiones personales ajenas al terreno político. Pero es el mismo tema.
El modo de comprenderlo es que las corporaciones trasnacionales, las oligarquías dominantes y el poder financiero, aliados con los imperialismos y colonialismos dominantes, eligen la estrategia de dividir para reinar. Entonces, proceden a manejar los medios de comunicación en todo el mundo, instalando un conjunto de creencias que se anidan en sentimientos que se enfrentan con la unión de los pueblos y la integración de países.
La abundancia relativa de riquezas que existen en Nuestra Argentina, es codiciada por ellos, por lo cual nos prefieren desunidos, para poder saquearnos. En cambio, si estuviésemos unidos, podríamos defendernos con fiereza, volviéndoles imposible el plan de saqueo y colonización.
Se imaginan si además de estar unidos, tuviésemos una Patria Grande integrada, con el Mercosur consolidado, el Unasur fortalecido, y la Celac activamente coordinando la integración política, económica, comercial, financiera y cultural de toda América Latina? Los imperialismos dominantes no la tendrían sencilla, lo cual motiva que a través de los medios de comunicación intenten desunirnos.
Es ahí donde tenemos que ganar. Formando e informando activamente. Cada vez con mayor tenacidad, de manera creativa, constante e ininterrumpida. Ellos no se detienen ni un segundo, pues nosotros tampoco.
Por qué personas que comparten los mismos valores e ideales están enfrentadas a muerte, situadas en veredas opuestas y antagónicas, si en realidad comparten modos de pensar y sentir? Si convocamos al diálogo a cualquier persona que defiende intereses contrarios a los nuestros, invitándola a dialogar acerca de valores, ideales y pensamientos genuinos, nos enfrentamos con un conflicto interno en alguno de los dos cursos de pensamiento. La gran mayoría de las veces, en realidad se podría apostar que casi la totalidad de las mismas, se producirá una coincidencia en la valoración y calificación de una parte esencial de los contenidos políticos, económicos, financieros y culturales. Pues se verificará una coincidencia en que ambos defendemos el trabajo, la industria y la apuesta al desarrollo. También compartimos que existan mecanismos que garanticen salarios y jubilaciones dignas y justas. Además sentimos repulsión por la corrupción y por todos los mecanismos que sean utilizados para que ciertos sectores se queden con lo que no es propio, porque ambos sintonizamos con la idea de que los derechos de uno terminan donde empiezan los del otro. Como resultado, la conclusión es que es absurdo que nuestras posturas estén enfrentadas de manera inconciliable. Así que, viendo que ambos tenemos los mismos valores e ideales, y que el modo de razonar es coherente, queda por detectar dónde se origina el conflicto. En apariencia el problema habría de estar en el punto de partida, es decir, en el conjunto de creencias del cual parten los razonamientos. En otras palabras, cómo cada uno cree que han ocurrido las cosas en la realidad. Veamos un caso práctico de actualidad: el caso Vicentín. Cómo aplicar los valores compartidos al análisis del caso, despojándonos de una carga sentimental previa? Deberíamos utilizar información pública comprobada y abordar el caso con la lógica analítica. Planteado el espacio de diálogo e intercambio constructivo, se pueden describir acciones de robo y estafa comprobadas. Primero, estos grandes intermediarios ofician en un extremo de la cadena como acopiadores de la producción de pequeños productores, a los que les aseguran la venta pero pagándoles por debajo de lo que corresponde, y en el otro extremo de la cadena inflan los precios que pagamos todos. Esta sola descripción evidencia que se quedan con un porcentaje que no les pertenece. Destaquemos el valor de los productores, que trabajan la tierra, y efectúan todo el proceso de siembra, cuidado y cosecha. Esto lleva tiempo, energía y dedicación, además de una inversión importante. Le dan los granos a Vicentín, que con grandes máquinas y a toda velocidad, los muele y procesa, quedando listos para la comercialización. Y los intermediarios se quieren quedar con toda la plata? Pero no termina ahí, porque estamos hablando de una facturación de más de 5.000 Millones de Dólares de Exportación al año, que propicia una estafa mayúscula, subfacturando exportaciones y triangulando con sus propias empresas en el exterior, lo que les permite pagar menos impuestos al Estado Argentino. Véase el siguiente ejemplo: Si Vicentín Argentina le exporta la producción Argentina a Vicentín Uruguay por 100, y luego Vicentín Uruguay le exporta al mundo por 200, está apropiándose de dinero de otros de varias formas. Primero, porque la plata no es toda propia, sino que pertenece al conjunto total de la cadena que produjo los bienes exportados, es decir, a cada uno de los eslabones de producción, distribución y comercialización. Segundo, desfinanciar a nuestro Estado pagando menos impuestos, como consecuencia de declarar menos. Y tercero, a partir de manejar los dólares que necesita el país, tener el poder para presionar a los gobiernos para que devalúen o bajen impuestos como condición para entregar los dólares, que son nuestros, no de ellos. Y por si fuera poco, le debe cerca de 300 millones de dólares al Banco Nación, que se fondea con plata de los argentinos. Adicionalmente, dejó deudas con 1.800 productores que quedaron colgados, 5.000 trabajadores de la empresa, y Bancos del Exterior. En estas condiciones, si Vicentín fuera comprada por alguna multinacional, todas estas empresas intermediarias seguirían con esta operatoria, y festejarían por la deuda impaga de más de 1.400 millones de dólares, que seguramente se asentarían en alguna guarida fiscal. Pero si el pueblo argentino a través del Estado, consigue construir una empresa pública de alimentos, establecería precios de referencia para reducir al mínimo los abusos de los sectores dominantes, transparentaría el manejo opaco que vienen haciendo los dueños de esos mercados, y aseguraría tanto el ingreso de las divisas provenientes de la exportación, como la adecuada declaración y facturación, que conlleva el correspondiente pago de impuestos, eliminando el fraude y la estafa. Cuál es el argumento escondido entonces, que conduce a que personas con los mismos valores que nosotros, defiendan esto? Porque si se defiende la propiedad privada, no es coherente defender a quien estafó a varios privados. Entonces, se presume que es el conjunto de creencias del cual se parte, y se comprueba cuando las justificaciones son que el peronismo quiere quedarse con lo privado. Este sintagma es difundido por los medios de comunicación manejados por los sectores concentrados, que son usualmente repetidos, replicados, sin ligazón de pensamiento. Así, se construye un punto de partida para razonar que tiene un sustento emocional, del estilo "odio a los ladrones, odio a los que vienen a robar al sector privado, porque además yo soy sector privado, no quiero que me roben a mí, el peronismo son ladrones, odio al peronismo". Fortuitamente, casi en superposición temporal, asesinaron a un ex secretario de Cristina Fernández, y los medios hegemónicos, aprovechando el sentido de la oportunidad, inventaron que la ex presidenta y actual vicepresidenta lo mandó a matar, cuando el hecho tuvo que ver, y está demostrado con suficiencia, con cuestiones personales ajenas al terreno político. Pero es el mismo tema. El modo de comprenderlo es que las corporaciones trasnacionales, las oligarquías dominantes y el poder financiero, aliados con los imperialismos y colonialismos dominantes, eligen la estrategia de dividir para reinar. Entonces, proceden a manejar los medios de comunicación en todo el mundo, instalando un conjunto de creencias que se anidan en sentimientos que se enfrentan con la unión de los pueblos y la integración de países. La abundancia relativa de riquezas que existen en Nuestra Argentina, es codiciada por ellos, por lo cual nos prefieren desunidos, para poder saquearnos. En cambio, si estuviésemos unidos, podríamos defendernos con fiereza, volviéndoles imposible el plan de saqueo y colonización. Se imaginan si además de estar unidos, tuviésemos una Patria Grande integrada, con el Mercosur consolidado, el Unasur fortalecido, y la Celac activamente coordinando la integración política, económica, comercial, financiera y cultural de toda América Latina? Los imperialismos dominantes no la tendrían sencilla, lo cual motiva que a través de los medios de comunicación intenten desunirnos. Es ahí donde tenemos que ganar. Formando e informando activamente. Cada vez con mayor tenacidad, de manera creativa, constante e ininterrumpida. Ellos no se detienen ni un segundo, pues nosotros tampoco. |
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