La jueza norteamericana Loretta Preska dictó sentencia a favor de la empresa Burford que es un fondo en el cual su actividad primordial es comprar los derechos de litigio de las empresas quebradas. Burford compró a la justicia Española los derechos de litigio del grupo Petersen que tenía el 25,4 % de las acciones de YPF, la firma que para comprar las acciones de YPF había pedido créditos a un pool de bancos, créditos que iba pagando con los dividendos originados por las acciones. Al no recibir más los dividendos originados por la tenencia de las acciones quebró, el gobierno argentino dentro del proceso de estatización de YPF expropió el 51% de las acciones a Repsol y el 27 de febrero del 2014 el ministro Kicillof acordó con REPSOL el pago de 5.000 millones de dólares para compensar el 51% de las acciones de YPF que en su momento tenía esta firma en su activo. REPSOL también resignó un 5,5% de capital accionario y desistió a futuro de reclamo alguno por la no realización de la Oferta Pública de Acciones que preveía el Estatuto de YPF. En cuanto al reclamo judicial del grupo Burford se esperaba un fallo que rondaría los 5.000 millones de dólares a pagar, fue una sorpresa el monto de 16.000 millones otorgados por este juzgado que históricamente siempre falló en contra de la Argentina.
No olvidemos al juez Griesa antecesor de Preska que presentó su jubilación al otro día de su fallo en contra de la Argentina en el caso de la demanda por el default del 2001 realizada por los con justicia llamados fondos buitres. Destaco especialmente que el Grupo Bruford compró los derechos litigiosos a la Justicia Española en la ridícula cifra de 15 millones de dólares y que en el 2015 luego del fallo judicial que sometió a juicio el caso en sede judicial de los Estados Unidos de Norteamérica Burford vendió el 39 % de los derechos en 250 millones de dólares, quedándose con el 61,24% de los derechos.
A la Argentina le quedan dos instancias para apelar el injusto y desproporcionado fallo, una apelación en la Corte de Apelaciones de Nueva York, otra ante la Suprema Corte de Justicia de los EEUU, si bien es cierto que es difícil que la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos acepte tratar el caso y tercera también la Argentina puede negarse a acatar el fallo, muy discutible pues la Jueza privilegió el Estatuto Interno de YPF sobre las leyes argentinas y además evaluó los daños en dólares cuando el Estatuto de YPF mantiene que la OPA se cotiza en pesos. Por un lado pone el Estatuto Interno de YPF sobre las leyes argentinas y por el otro desconoce lo dispuesto en el mismo Estatuto. Es de resaltar que cuando se estatizó YPF el proyecto tuvo aprobación Parlamentaria, los diputados presentes fueron 246, ausentes 11, se abstuvieron 5 entre ellos Carrió, Prat Gay y Ocaña, de los 230 que votaron por negativa o positiva, lo hicieron a favor de la estatización 198 y 32 en contra, de los votos a favor por el lado de la oposición 34 fueron de la UCR, 6 del socialismo, 2 de la Coalición Cívica, 3 del GEN y 3 de Proyecto Sur, los más conocidos por la opinión pública que integraban la oposición y que votaron a favor estaban Linares, Gil Lavedra, Benedetti (Entre Ríos), Roy Cortina (PS), Alfonsín, Bazze, Negri y María L. Storani. En cuanto a los Senadores de la oposición que votaron a favor encontramos un senador del GEN, 1 Socialista y 14 de la UCR. Dentro de los senadores más renombrados estaban Morales, Cano, Naidenoff, Sanz y Juez, en el Senado 63 senadores votaron a favor, 3 en negativa, 4 abstenciones y 2 ausentes.
En cuanto al daño económico que supuestamente causa al Estado Argentino el fallo judicial de mantenerse firme es muy relativo pues YPF antes de Vaca Muerta tenía un valor de mercado de aproximadamente 30.000 millones de dólares, hoy como las empresas petroleras y gasíferas valen por sus reservas comprobadas, YPF tiene un valor de mercado cercano a los 350.000 millones de dólares, 75.000 millones se pueden poner en producción inmediatamente y 275.000 millones a mediano y largo plazo. Creo que es necesario realizar un resumen de la situación de YPF, cuando se decidió su expropiación fue su causal la falta de inversión en exploración, tecnología y mantenimiento, por lo cual se produjo una fuerte disminución de su producción, llevando a la Argentina a la situación de aumentar la importación de energía con el considerable daño conexo en su balanza comercial, pero eso sí, en forma depredadora entre el año 2008 y 2010 los accionistas se repartieron 14.906 millones de dólares. Cuando el Estado Argentino privatizó YPF los compradores recibieron una compañía con 101 pozos produciendo, cuando fue expropiada solamente 10 pozos estaban en producción, hoy YPF en todo el territorio Argentino tiene 771 pozos en producción de gas y petróleo.
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