Hacemos esta editorial recordando “El Día de la Tierra Palestina”, en ocasión de los acontecimientos ocurridos el 30 de marzo de 1976, hechos que tuvieron lugar tras el anuncio del gobierno sionista de Israel, encabezado por el aquel entonces Primer Ministro, Isaac Rabin, de expropiar grandes extensiones de territorio palestino, 21.000 dunums (2.100 hectáreas) para la construcción de colonias ilegales — según la Legislación Internacional y los Convenios de Ginebra, que expresan tajantemente la prohibición del traslado de población perteneciente a la potencia ocupante al territorio ocupado-.
Como medida de resistencia al expolio ilegal e ilegitimo del territorio palestino por parte del gobierno israelí, los y las palestinas declaran una huelga general, representadas, también, por masivas manifestaciones en todas las ciudades y aldeas de Cisjordania, Palestina Ocupada y la Palestina Histórica, o lo que hoy se llama Israel . En este marco, los fuerzas de ocupación sionistas desatan una brutal represión contra los y las manifestantes, asesinando a siete jóvenes palestinos con ciudadania israelí e hiriendo a centenares de personas, así como también numerosos detenidos y torturados.
Este proceso de limpieza étnica, genocidio y colonización que empezó aún antes de la creación del Estado de Israel, no ha cesado desde entonces, vale recordar que el año pasado fue el más sangriento desde la Segunda Intifada, iniciada en el año 2000 hasta 2005, y que este año en curso ya van más de 98 palestinos y palestinas asesinadas a manos del ejercito ocupante. A partir de la toma de poder en diciembre del año pasado de este gobierno liderado nuevamente, es su sexto mandato, por Benjamin Netanyahu, y con un gabinete repleto de instigadores de la obliteración y negación del pueblo palestino, como lo es su Ministro de transporte Bezalel Yoel Smotrich líder del Partido Sionista Religioso de extrema derecha, quien en un acto público en Francia no se ruborizó en declarar que “No existe tal cosa como una nación palestina. No hay historia palestina. no hay idioma palestino” y como si esto fuera poco, agregó que los árabes —en referencia a los y las palestinas- “No tienen derechos históricos sobre la tierra de Israel” haciendo caso omiso de la preexistencia del pueblo indígena palestino y de la Ley Interna cional y la Resolución 194 de la ONU que resuelve que debe permitirse el regreso de los refugiados a sus hogares y pagarse indemnizaciones por los bienes que les fueron robados y de los cuales fueron expulsados a sangre y fuego en 1948. No podemos esperar más que un recrudecimiento de las acciones violentas y violatorias a los DD. HH. de los y las palestinas en lo que anuncia ser un periodo de masacre continua y salvaje por parte del gobierno más fascista de la corta historia de Israel. Quedará de parte de la sociedad cnsciente de estos crímenes de lesa humanidad, elevar la voz ante nuestros representantes para que se tomen medidas urgentes para proteger a un pueblo que viene padeciendo el más feroz colonialismo desde hace más de 74 años, la ocupación más larga de la era contemporánea.
En esa dirección y con la denuncia permanente desde la revista este mes de abril la compañera Paula Cortés entrevistó a la periodista española Rosa Moro, especialista en el continente Africano y su problemática en relación a la depredación de recursos naturales por parte de Europa y Estados Unidos y la crisis migratoria fundamentalmente al viejo Mundo, su libro “El genocidio que no cesa en el corazón de África. Una historia de desinformación” tendrá próxima salida por nuestro sello. Otra de las entrevistas la hizo Julia Martínez al exeurodiputado y comunicador Javier Couso sobre su libro “Rusofobia. La propaganda antirrusa al servicio de la guerra” editado por nuestro sello editor, presentado en el mes de marzo en Buenos Aires.
En el segmento de economía política encontramos la nota de Julián Denaro “Extranjerización y concentración” que analiza este fenómeno a lo largo del siglo XX y XXI. Por el lado del recuerdo a grandes políticos de nuestro continente el compañero Sergio Rodríguez Gelfenstein nos comparte su artículo “Javier Diez-Canseco. Un grande Nuestra América en el 75to. aniversario de su natalicio”. Desde La Habana, Cuba, el periodista Hedelberto López Blanch escribe sobre la nueva configuración geopolítica y analiza esta vez los acuerdos entre los dos gigantes de eurasia “Occidente tiembla por alianza Rusia-China”. Desde La Habana también llegó en el mes de marzo Ramón Labañino Salazar, Héroe de la Revolución Cubana y Alberto Mas escribió un artículo sobre sus actividades en Argentina.
Para cerrar la revista con mucho arte, como de costumbre, el poeta Daniel Fermani y el gran artista plástico Andrés Casciani, desde la bella provincia de Mendoza llevan a cabo el proyecto Catalejos. Esperamos disfrutes el recorrido de estas páginas que se producen desde la certeza de que un mundo mejor es posible, y con el ánimo que desde sus textos podamos encontrar razones para profundizar el encuentro.
Hacemos esta editorial recordando “El Día de la Tierra Palestina”, en ocasión de los acontecimientos ocurridos el 30 de marzo de 1976, hechos que tuvieron lugar tras el anuncio del gobierno sionista de Israel, encabezado por el aquel entonces Primer Ministro, Isaac Rabin, de expropiar grandes extensiones de territorio palestino, 21.000 dunums (2.100 hectáreas) para la construcción de colonias ilegales — según la Legislación Internacional y los Convenios de Ginebra, que expresan tajantemente la prohibición del traslado de población perteneciente a la potencia ocupante al territorio ocupado-. Como medida de resistencia al expolio ilegal e ilegitimo del territorio palestino por parte del gobierno israelí, los y las palestinas declaran una huelga general, representadas, también, por masivas manifestaciones en todas las ciudades y aldeas de Cisjordania, Palestina Ocupada y la Palestina Histórica, o lo que hoy se llama Israel . En este marco, los fuerzas de ocupación sionistas desatan una brutal represión contra los y las manifestantes, asesinando a siete jóvenes palestinos con ciudadania israelí e hiriendo a centenares de personas, así como también numerosos detenidos y torturados. Este proceso de limpieza étnica, genocidio y colonización que empezó aún antes de la creación del Estado de Israel, no ha cesado desde entonces, vale recordar que el año pasado fue el más sangriento desde la Segunda Intifada, iniciada en el año 2000 hasta 2005, y que este año en curso ya van más de 98 palestinos y palestinas asesinadas a manos del ejercito ocupante. A partir de la toma de poder en diciembre del año pasado de este gobierno liderado nuevamente, es su sexto mandato, por Benjamin Netanyahu, y con un gabinete repleto de instigadores de la obliteración y negación del pueblo palestino, como lo es su Ministro de transporte Bezalel Yoel Smotrich líder del Partido Sionista Religioso de extrema derecha, quien en un acto público en Francia no se ruborizó en declarar que “No existe tal cosa como una nación palestina. No hay historia palestina. no hay idioma palestino” y como si esto fuera poco, agregó que los árabes —en referencia a los y las palestinas- “No tienen derechos históricos sobre la tierra de Israel” haciendo caso omiso de la preexistencia del pueblo indígena palestino y de la Ley Interna cional y la Resolución 194 de la ONU que resuelve que debe permitirse el regreso de los refugiados a sus hogares y pagarse indemnizaciones por los bienes que les fueron robados y de los cuales fueron expulsados a sangre y fuego en 1948. No podemos esperar más que un recrudecimiento de las acciones violentas y violatorias a los DD. HH. de los y las palestinas en lo que anuncia ser un periodo de masacre continua y salvaje por parte del gobierno más fascista de la corta historia de Israel. Quedará de parte de la sociedad cnsciente de estos crímenes de lesa humanidad, elevar la voz ante nuestros representantes para que se tomen medidas urgentes para proteger a un pueblo que viene padeciendo el más feroz colonialismo desde hace más de 74 años, la ocupación más larga de la era contemporánea. En esa dirección y con la denuncia permanente desde la revista este mes de abril la compañera Paula Cortés entrevistó a la periodista española Rosa Moro, especialista en el continente Africano y su problemática en relación a la depredación de recursos naturales por parte de Europa y Estados Unidos y la crisis migratoria fundamentalmente al viejo Mundo, su libro “El genocidio que no cesa en el corazón de África. Una historia de desinformación” tendrá próxima salida por nuestro sello. Otra de las entrevistas la hizo Julia Martínez al exeurodiputado y comunicador Javier Couso sobre su libro “Rusofobia. La propaganda antirrusa al servicio de la guerra” editado por nuestro sello editor, presentado en el mes de marzo en Buenos Aires. En el segmento de economía política encontramos la nota de Julián Denaro “Extranjerización y concentración” que analiza este fenómeno a lo largo del siglo XX y XXI. Por el lado del recuerdo a grandes políticos de nuestro continente el compañero Sergio Rodríguez Gelfenstein nos comparte su artículo “Javier Diez-Canseco. Un grande Nuestra América en el 75to. aniversario de su natalicio”. Desde La Habana, Cuba, el periodista Hedelberto López Blanch escribe sobre la nueva configuración geopolítica y analiza esta vez los acuerdos entre los dos gigantes de eurasia “Occidente tiembla por alianza Rusia-China”. Desde La Habana también llegó en el mes de marzo Ramón Labañino Salazar, Héroe de la Revolución Cubana y Alberto Mas escribió un artículo sobre sus actividades en Argentina. Para cerrar la revista con mucho arte, como de costumbre, el poeta Daniel Fermani y el gran artista plástico Andrés Casciani, desde la bella provincia de Mendoza llevan a cabo el proyecto Catalejos. Esperamos disfrutes el recorrido de estas páginas que se producen desde la certeza de que un mundo mejor es posible, y con el ánimo que desde sus textos podamos encontrar razones para profundizar el encuentro. |
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