Bajo su propósito de conservar el manejo político por encima de los gobiernos nacionales, que incluye la extracción y el saqueo de recursos naturales a los países ricos como Argentina, una de las estrategias de los núcleos de poder mundial consiste en invadir los medios masivos de comunicación con abundancia de contradicciones, causando un estado de confusión tal que hace emerger un enojo sistemático y generalizado en la población. Cuando se instalan el enojo y la confusión, las distinciones entre distintas propuestas dejan de ser fáciles de identificar. Así, los abrumados con tantos elementos inconexos e incomprensibles, meten todo en una misma bolsa, conformando un sentimiento de desesperanza en el cual todo es lo mismo, ya que nada sirve.
Pues claro, como dice Alejandro Dolina, si una persona no leída entra a una biblioteca, tiene la sensación de que todos los libros son iguales. Por este motivo, resulta indispensable educar y esclarecer.
En primera instancia, es indudablemente cierto que una patria soberana, independiente, inclusiva, justa e inteligentemente integrada en el nuevo mundo multipolar y multimonedas, se construye con trabajo, y con trabajo bien remunerado. Frente a esto, resulta primordial efectuar una distinción entre las propuestas de los dos modelos de país que se disputan en las próximas elecciones.
El campo Nacional y Popular, cuyo candidato a presidente es Sergio Massa, identifica el superávit financiero del país como la herramienta clave para lograr crecimiento, desarrollo, estabilidad, previsibilidad y confiabilidad en las distintas variables socioeconómicas. Pero claro, no se consigue sin un trabajo planificado con la sabiduría y el conocimiento que aporta la historia, así como aprovechando las oportunidades que emergen a partir de las relaciones internacionales que Argentina integra con otros países y con bloques de países.
El superávit financiero se logra cuando entra más plata de la que sale, por cuanto hay que atender a todos los mecanismos que permiten alcanzarlo. Por un lado, incorporar valor trabajo en las exportaciones se erige como una de las claves primordiales. Vale decir, en vez de sólo exportar productos primarios y materias primas, incorporar productos industrializados, bienes y servicios que sean producto del desarrollo tecnológico y al mismo tiempo recuperar el manejo y la administración de mercancías exportables que están en manos de consorcios extranjeros. Además, la insuficiente regulación sobre el comercio exterior, trae consigo un enorme fraude fiscal, en el cual las empresas exportadoras e importadoras evaden impuestos y realizan un enorme nivel de contrabando. Esto último, desprotege nuestra industria generadora de trabajo.
Evidentemente, los resultados de la Balanza Comercial están indivisiblemente ligados al trabajo realizado por nuestra población. Es decir, aumentar los niveles de empleo y producción contribuye al mismo tiempo con aumentar los ingresos por exportaciones. Entretanto, la creación de una Empresa Nacional de Alimentos servirá para visibilizar la formación de precios en cada eslabón de la cadena de producción, distribución y comercialización, evitando subas injustificadas de precios.
Ciertamente, reducir al mínimo posible evasión, elusión y contrabando será posible recuperando el manejo de los puertos del Río Paraná, así como disponer del Canal Magdalena dragado, que permitirá comunicar el Río Paraná con el Mar Argentino sin pasar por la parte uruguaya del Río de la Plata, cediendo soberanía en el puerto de Montevideo.
Por otro lado, la recuperación de YPF en 2012, tras las privatizaciones del gobierno de Menem en la década de los noventas, se tradujo en aumentar la producción y la exploración. Uno de los más destacados hallazgos fue el yacimiento de Vaca Muerta, donde reside una de las mayores reservas de gas y petróleo del planeta. Pero para poder utilizarlo hubo que trabajar en la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, el cual permite distribuirlo a regiones neurálgicas de nuestro territorio pero también alcanzar la conexión con países vecinos, dentro de los cuales está Brasil, el quinto país más poblado del mundo y nuestro principal socio comercial. El saldo energético pasa de negativo a positivo, contribuyendo al superávit financiero necesario.
La misma lógica se aplica al litio en particular y a la minería en general. Formamos parte del triángulo del litio, la mayor reserva del mundo, pero no es lo mismo permitir que empresas extranjeras nos saquen el litio y nos dejen apenas un 3% de regalías, que industrializarnos, fabricar nosotros las baterías, y además modificar los contratos para cobrar un mínimo de 40%, como hacen Chile y Bolivia con sus recursos mineralógicos.
Asimismo, para la pesca corre igual lógica. Urgentemente tenemos que poner nuestros astilleros a fabricar buques factoría que nos permitan disponer de la enorme cantidad de divisas que genera la pesca en su mayor región del mundo perteneciente a un país, que es el Mar Argentino.
La inclusión argentina al BRICS+, por su parte, constituye una relevante oportunidad que abarca múltiples aspectos. Pertenecer a un bloque de países (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica + Argentina, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes, Arabia Saudita e Irán) que conforma el 46% de la población mundial y el 36% del producto global, permite dinamizar los aspectos económicos, comerciales y financieros, pero también consigue minimizar la dependencia del dólar, ya que la moneda norteamericana está excluida de las operaciones intra bloque.
El desarrollo de la Energía Nuclear, la actividad satelital y la ampliación de la industria del turismo, también se revelan como esenciales en el superávit financiero que será condición de estabilización cambiaria y desaceleración inflacionaria. Queda claro que la ausencia de saltos devaluatorios no planificados sacará del juego los aumentos especulativos de precios que espiralizan la inflación.
Adicionalmente, Massa propone la elevación del presupuesto en Educación del 6 al 8% del PBI, consolidando los elevados niveles reconocidos a escala global y ampliando la cantidad de establecimientos educativos en todos los niveles. Asimismo, la recuperación y ampliación de la red ferroviaria en todo el país, también conseguirá bajar los costos de producción y distribución, en el medio de transporte más barato, lo cual también será utilizado para que los sectores de menores recursos disfruten del turismo por nuestro grande y grandioso país.
Como se ve, el proyecto de un país mejor, más justo y más inclusivo, implica un enorme trabajo, que todos tenemos que hacer. Las propuestas de Milei y Bullrich son, en sentido inverso, amenazas. Amenaza de liberar las importaciones que destruyen nuestra industria, de privatizar nuestras empresas, lo cual generaría déficit productivo y financiero, reducir la inversión social del Estado que baja la actividad y el empleo, etc. Queda a la vista: de un lado, trabajar más para crear, del otro, trabajar menos para destruir.
Por otro lado, la recuperación de YPF en 2012, tras las privatizaciones del gobierno de Menem en la década de los noventas, se tradujo en aumentar la producción y la exploración. Uno de los más destacados hallazgos fue el yacimiento de Vaca Muerta, donde reside una de las mayores reservas de gas y petróleo del planeta. Pero para poder utilizarlo hubo que trabajar en la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, el cual permite distribuirlo a regiones neurálgicas de nuestro territorio pero también alcanzar la conexión con países vecinos, dentro de los cuales está Brasil, el quinto país más poblado del mundo y nuestro principal socio comercial. El saldo energético pasa de negativo a positivo, contribuyendo al superávit financiero necesario. |
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